Hola a todos:
Hoy comparto con ustedes un nuevo episodio de mi blog novela que para mí es muy emotivo... ¡Qué lo disfruten!
Los juguetes de Katsuo/Por Dolly Gerasol (obra provisoria)
(Todos los derechos reservados - All rights reserved)
"Agus sintió un pinchazo en el corazón y
sus ojos se inundaron de lágrimas que no permitió que se derramen. Junto con la
reciente revelación, otra más importante la golpeó como un cachetazo: estaba
enamorada de Fabio… Y a la vez, una inquietud se apoderaba de ella: ¿Lucas
sería igual o cambiaría junto con el nombre? Rápidamente la hija de Justino se
guardó sus sentimientos para sí e intentó disimular ante los dos hombres de su
vida, hablando con una voz apenas quebrada y una actitud fríamente casual: —Lucas
Seagal… Yo soy Agustina Ferrari.
Lucas se quedó de piedra, hubiera
preferido su enojo antes que su indiferencia. La mirada vidriosa que lo
traspasaba como una barra de hielo lo hizo estremecer y apenas pudo asentir con
la cabeza dando a entender que había escuchado.
Entretanto, Justino los miraba
intentando descifrar sus expresiones, notaba que algo raro sucedía entre ellos
y sospechaba que no era la primera vez que se cruzaban. Para relajar la tensión
que se respiraba comentó: —Chicos, será mejor que nos apresuremos a salir del
salón antes que noten que no todos fuimos invitados a esta celebración.
Las últimas palabras las pronunció
mirando directamente a los ojos de su hija.
—Está bien, papá. No te preocupes, ya me
iba. Después hablamos.
Agus dedicó una tenue sonrisa a su padre
y una esquiva mirada al gerente de C.E.S. antes de atravesar la puerta de
salida con aparente normalidad.
Lucas reaccionó luego de tres minutos,
justo cuando el señor Ferrari le hablaba por tercera vez con tono preocupado.
—Ey, Lucas… ¿Qué te pasa?
Transformó su expresión en la que lucía habitualmente
profesional y respondió con seriedad: —La reunión se desarrolla ahora en un
clima ameno. Será mejor que me retire a revisar las grabaciones de la discusión
entre Tanaka y el alemán. Con permiso…
—Claro. Cualquier inconveniente o
novedad importante mantenme al tanto –comentó Justino notando el drástico
cambio en el semblante de Seagal.
Mientras Lucas se retiraba dando pasos
amplios y firmes, el dueño del hotel disparó la pregunta que retenía en su
garganta: —Ya conoces a mi hija, ¿verdad?
El empleado de Bermúdez sin girarse
respondió: —Sí, la conozco. Ella, en cambio, acaba de conocerme…
Agustina atravesó corriendo el amplio hall del “Ragguardevole”, aturdida por los dispares sentimientos y
pensamientos que la acuciaban. Huir era la mejor solución, encerrarse en su
soledad la ayudaría a equilibrarse. Entró en su habitación y se desplomó en la
alfombra con la espalda pegada a la puerta que acababa de cerrar con un golpe que
seguramente molestó a los huéspedes.
Cuando se sentía triste o desbordada su
madre era la primera en acudir a su mente, pensar en ella la reconfortaba y
hablar con ella como si estuviera presente la ayudaba a desahogarse, pero hoy
estaba totalmente acongojada y muda. Los nudos que sentía en la garganta y el
estómago no le permitían liberar lágrimas ni palabras, estaba paralizada y su
corazón golpeaba con fuerza en su pecho demostrándole que estaba viva. Su mente
la atormentaba con preguntas: “¿Por qué
te preocupa tanto ese tipo? ¿Cómo puede ser que te pongas así sólo porque él te
mintió? ¿No es, acaso, una locura que
te sientas así?”
—Agustina, por favor escúchame… Sé que
estás ahí…
Los pensamientos de Agus pronto pasaron
a otras cuestiones: “Estás tan perdida
que escuchas su voz al otro lado de la puerta y además suena… ¿apenada?”
Las vibraciones que recorrían su espalda
agarrotada eran producto de los golpes que Lucas daba en la puerta de su
habitación intentando llamar su atención.
—Agus, lo siento. No quería mentirte, pero
debí hacerlo. Perdoname… Déjame explicarte… -expresó Lucas, apoyando su frente
abatida en la madera que lo separaba de la joven dueña del hotel.
Estas palabras obraron como si fueran
mágicas y al oírlas sacaron a Agustina de su letargo temporal. Si Lucas Seagal
era capaz de reconocer su mala acción y disculparse, significaba que merecía
otra oportunidad, por lo tanto él merecía la pena, al igual que Fabio Costa. Finalmente
los nudos se aflojaron y Agus pudo decirle a su mamá en un susurro apenas
audible para cualquier oído humano: —Mamá, espero que Lucas valga la pena,
porque estoy loca por él…
Segundos después, suspiró y apoyó su pálida mano en el picaporte para recibir las disculpas y explicaciones del hombre que se había adueñado de su corazón."
¡Gracias por leerme! No olviden dejar sus comentarios respecto de lo que opinan de este nuevo episodio, me interesa mucho lo que ustedes piensan :-)
Saludos a todos.
Dolly Gerasol
me encantó tocaya... muy buen capitulo..! estaba esperando este momento...
ResponderEliminarMuy interesante, tendré que ir leyendo todos los anteriores, gracias por compartir!
ResponderEliminarMenudo encuentro...que interesante...pero ahora toca disculpa y nervios hasta poder leer el siguiente. Como siempre muy buen capítulo, gracias por avisarme.
ResponderEliminarUn beso fuerte!!!
nooooooooooooooo!!! me dejaste con la espina!!! espero q pronto este el proximo capitulooo!!!No nos hagas esperar muchoo!! jajaja!! muy bueno dolly!!!! gracias!! lau
ResponderEliminarMagnifico Dolly :) Agus y Lucas se empiezan a dar cuenta de que el amor esta flotando en el aire.Gran capítulo amiga <3 gracias por compartir.AKIRA KAMAYE AZUMI
ResponderEliminarNICE <3
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