Les traigo un nuevo episodio de mi blog novela. Espero que lo disfruten :-)
Los juguetes de Katsuo/Por Dolly Gerasol (obra provisoria)
(Todos los derechos reservados-All rights reserved)
"Al finalizar la hermosa
tarde compartida junto a su padre, Agus llegó para irse directamente a la cama.
Esa noche una serie de sueños dispares la mantuvieron con la mente ocupada. En
uno ella caminaba entre unos árboles teñidos de ocre junto a su madre; en otro
una kokeshi con apariencia de niña se
colaba en su habitación y la despertaba con sacudidas (este sueño tal vez provocado
por haber visto días atrás en Internet imágenes e información de las
tradicionales muñecas japonesas); para contrarrestar este último, soñó que
reposaba entre los brazos de Fabio y ambos se besaban con pasión…
Agustina, a la mañana, no recordó con
precisión las imágenes oníricas, pero revivió algunas de las sensaciones que
éstas le provocaron. Se despertó con sus energías renovadas y decidió recorrer
el edificio y saludar a los integrantes de la Convención. Ahora que contaba con
un dispositivo traductor para utilizar todo el día, podía dialogar con personas
de distintas nacionalidades. Quería enterarse de los avances en las reuniones y
de los preparativos para la tan esperada Exposición. Debía manejarse con
discreción para no importunar a los huéspedes, para ello aplicaría los
conocimientos sobre diplomacia y buenos modos aprendidos desde pequeña.
Después de hablar con unas doce personas,
Agus decidió visitar la sala de seguridad. Desde allí observaría a todos sin
necesidad de caminar ni de toparse con más gente (ya se había agotado con tanta
charla). Se pondría al tanto de las novedades para trasmitírselas a su padre. Dio
unos golpes en código Morse (que aunque era viejo seguía siendo efectivo) en la
puerta reforzada y respondió al empleado de turno la pregunta de seguridad. Una
vez cumplidos los requisitos de acceso entró con lentitud y precaución.
—Permiso. ¿Puedo pasar unos minutos?
—Claro, Agustina. Eres la dueña de todo
esto, ¿no? –preguntó con picardía uno de los hombres más jóvenes del plantel,
quien tenía veintitrés años.
—Pablo, estás de turno… Pensé que iba a
ahorrarme la molestia de encontrarme contigo –comentó Agustina fingiendo
fastidio.
A pesar de conocer a Pablo desde hacía seis
meses, confiaba en su seriedad y honestidad, era el hijo de un antiguo
guardaespaldas del hotel. El señor Longhini se había jubilado hacía dos años,
después de prestar servicios en el “Ragguardevole”
por quince años.
Mientras bromeaban e intercambiaban
novedades, ambos no dejaban de prestar atención a las diferentes pantallas, que
reflejaban las imágenes que trasmitían las cámaras colocadas en diversos puntos
dentro y fuera de las instalaciones.
Los encargados de proteger el hotel,
conocían a todas las personas que se hospedaban en él: a través fotografías y
detalles personales. Esta información les facilitaba la detección de
actividades sospechosas o peligrosas.
Pablo le contaba lo que sabía acerca de
quienes ella señalaba en alguna que otra pantalla. Agustina podía chequear los
expedientes ella misma, pero era más cómodo escuchar a Pablo relatándole lo que
sabía. Asimilaba con entusiasmo todo lo que el joven le explicaba, hasta que
alguien sentado en uno de los sillones del hall
de entrada llamó su atención. Agustina sintió un escalofrío recorrer su espalda
y se quedó petrificada observando y señalando el monitor.
—Agustina, ¿qué tienes? ¿Por qué te
quedaste dura?
Pablo en su confusión frente al cambio
brusco de actitud de la adolescente, se puso de pie y la tomó por los hombros
para que reaccionara ante sus palabras y dijo: —Agus, soy yo Pablo. Dime algo…
Agustina no podía creer que el sujeto que
le ponía la piel de gallina con sólo nombrarlo, estuviera alojándose en el
hotel. Con un leve tartamudeo respondió (más para sí que para el preocupado
empleado): —El señor Ta-Tanaka se hospeda a-aquí…
—Así es, está instalado desde el día de la
copa de recepción. ¿No lo habías visto?
— ¿Te parece que me pondría así si lo
hubiera sabido antes? –contestó con exasperación la joven.
—Oye, tampoco te pongas tan malhumorada. Es
uno más de la
Convención. Aunque es uno de los motivos por los que tu padre
contrató a la empresa de Bermúdez –comentó Pablo despreocupadamente, como si no
acabara de revelarle a la hija de su jefe información que Justino le había
ocultado.
La cabeza de Agustina comenzó a trabajar a
cientos de revoluciones por segundo, procesando lo que había descubierto en tan
sólo cinco minutos…
—Pablo, si ves alguna actividad sospechosa
por parte de este sujeto avísame. Ahora será mejor que me vaya, tengo muchas
cosas en las qué pensar. Gracias por tu paciencia
—Bueno, cómo tú quieras… Lo vigilaré con
más atención que al resto si tú me lo pides –aseguró, dedicándole una sonrisa
seductora y bromista a la vez, lo que le garantizó un buen manotazo en el brazo
por parte de Agustina.
—No te pases de listo. Nos vemos luego.
Agustina estaba entre preocupada y enojada.
No le agradaba que Katsuo los tuviera a todos al alcance de la mano. Por otro
lado, su padre le había ocultado lo que sabía acerca de Tanaka y eso la
fastidiaba.
Tendría que espiar los movimientos del
japonés y asegurarse de que ninguna de sus Kokeshi
pasaba más tiempo del esperado dentro de las instalaciones, algo le decía que
ellas tenían habilidades peligrosas. Debía averiguar cuanto antes si Katsuo se
hospedaba solo o con alguna de las mujeres robotizadas.
Agustina caminaba distraída por uno de los
alfombrados pasillos cuando se topó con un hombre joven, que ocultaba su rostro
tras unos anteojos de sol envolventes y una gorra negra con visera. Ella por
cortesía saludó con un movimiento de cabeza. El sujeto apenas le prestó
atención y siguió su camino. La chica continuó sus pasos un metro, luego se
frenó y giró para seguirlo, la actitud del sujeto parecía sospechosa. Tres minutos
después, alcanzó a ver que el extraño se perdía dentro de la sala de seguridad
de la que ella había salido recientemente. “Si
accedió a ella es porque conoce las claves de acceso, seguramente es un
empleado de Bermúdez”, pensó Agus con cierto alivio y retomó su camino
directo a donde se encontraba su padre, para decirle que le presente a ese
hombre que formaría parte del plantel del “Ragguardevole”
por el tiempo que durara la C.I .F.J.
Mientras Agustina se alejaba, Lucas Seagal
entablaba una conversación de rutina con Pablo Longhini, chequeando juntos la
nueva información y los sucesos del día y manteniendo su profesional serenidad,
a pesar de haber estado a punto de ser descubierto por la preciosa hija de
Ferrari. Sabía que tarde o temprano ella se enteraría de su verdadera
identidad, pero previendo su enfado, Lucas esquivaría el encuentro cuanto
pudiera.
Katsuo Tanaka había elegido Buenos Aires
para poner en marcha su proyecto porque la Exposición se realizaría
allí, pero cada día que pasaba en esa ciudad se lamentaba por no haber optado
por otro lugar. La gente allí era cálida y afectuosa, a pesar de que se vivían tiempos
de extremo individualismo e inseguridad, por lo que las reuniones de varias
personas eran escasas a menos que se realizaran de manera virtual y esto llevaba
a que el contacto directo entre ellas se concretara en contadas ocasiones o en
lugares privados. No era conveniente demostrar interés más allá de lo
profesional con los demás porque no se podía confiar demasiado en ellos. Aunque
claramente en ese país, o al menos en esa ciudad, los seres humanos aún se
relacionaban con calidez. Para un hombre frívolo y carente de sentimientos
afectuosos, estar allí era un incordio. Salía de su habitación sólo cuando sus
tareas lo requerían y dialogaba únicamente con quienes estuvieran en la Convención o con sus Kokeshi; a sus guardaespaldas casi no
les dirigía la palabra, al menos que fuera para darles una orden específica que
no pudieran comprender por señas y si necesitaba alguna atención concreta de
parte del servicio del hotel, que no pudiera seleccionar con una tecla del teléfono,
la solicitaba con una escueta llamada.
Esa mañana, se encontraba en el hall del “Ragguardevole” esperando a dos de sus chicas, las había mandado a
llamar porque quería que lo acompañaran a la reunión que se celebraba ese día.
Katsuo estaba muy nervioso porque hoy se premiaba a las empresas líderes en
ventas de los últimos tres años. Katsuo anhelaba ese premio, pero a pesar de
los esfuerzos realizados, no confiaba en que lo recibiría. El día anterior había
estado a punto de ser penalizado por un par de acciones deshonestas. Si no
hubiera alterado el software que contenía los informes de los auditores, ahora
estaría pagando la cuantiosa multa de penalización y perdiendo puntos en el ranking de empresas, como había sucedido
tres años antes en Caracas, Venezuela. Una de las cualidades de sus Kokeshi era el alcance que tenían sus
habilidades tecnológicas, a pesar de estar ubicadas a tres cuadras del hotel,
sus dos chicas más jóvenes (construidas hacía tres años) habían realizado el
trabajo a la perfección, sin dejar huellas. Sólo las caras perplejas y
confundidas de los auditores revelaron que algo no estaba bien en los informes,
pero no tenían manera de probar la falla. Katsuo había localizado el servidor
donde se almacenaba la información general de la Asociación Mundial
de Jugueteros y antes de que llegaran a Argentina, sus Kokeshi dedicaron varios meses a encontrar el modo de hackear el casi infalible sistema de
seguridad de la Asociación para luego borrar la copia de seguridad.
Lamentablemente para Katsuo, no se podía
modificar el ranking que lo llevaría a
ganar un premio, ya que no tenía pruebas sustentables para merecerlo. Los
premios eran discutibles y apelables al momento de otorgarse, lo que podía echar
por tierra la premiación si se dudaba que la empresa en cuestión lo mereciera.
Katsuo suponía que en la próxima Convención se tomarían las mismas medidas al
presentarse los informes de auditoría, pero por ahora estaba a salvo, dentro de
tres años vería qué solución encontraba si descubrían sus faltas."
¡Gracias por leerme!
Saludos a todos.
Dolly Gerasol
Hola!!! primero que nada te felicito por la increible imaginación que tienes, tremenda trama has desarrollado, es compleja, interesante y muy novedosa. Me encanta, seguiré atenta a los capítulos, esta vez no me atrasaré :-D
ResponderEliminarMe encanta como va la trama de la historia, es adictiva y de lo más interesante. Me parece que cuando Agus averigüe lo de Lucas...se va a liar gorda es normal que él rehuya el momento...aunque yo tengo ganas de que ella sepa quién es él y qué hace ahí.
ResponderEliminarUn beso!!
Super interesante la historia Dolly,el suspenso sigue a todo lo que da :) gracias por compartir amiga :* TKM AKIRA KAMAYE AZUMI
ResponderEliminarmuy buen episodio amiga!!! me encanta el suspenso q le pones...igual estoy impaciente para que Agustina descubra a Lucas...
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